martes, 16 de diciembre de 2008

Iswe Letu: Versión libre de un poema de Abdelatif Laabi

ni fui el primero, ni seré tampoco el último
antes y después he pensado en los otros
en el mismo espesor de dolores infinitos
cortados en los vértigos de la resistencia
y he llamado con la voz rota en la garganta:

resiste camarada, si, resiste camarada
tus primeros pasos en la bárbara noche
tu corazón suspendido de los miedos
unos guijarros te ahogan la garganta
la sangre derramada en las entrañas
la angustia de lo que no es el hombre
la inmensa soledad te va corroyendo
y gritos terribles de muchas gargantas
atraviesan como un rayo las paredes
para rebrotar de nuevo en tu pecho

resiste camarada, si, resiste camarada
conozco de sobra los diez pasos exactos
que giran esperando la luz que nunca llega
conozco de sobra el idioma de los muros
y los sufrimientos resumidos y datados
los estratos del arrojo y valor acumulado
arrancados a la cal y al hierro oxidado
conozco de sobra aquello que piensas
las divisiones de los tiempo sin relojes
en grandes oleadas de vigilancia cierta
segregando las mareas de la esperanza
de pie, marcha, gira la luz salvajemente
aspirada por barrotes herrumbrosos
en la hora de la fiera que se aproxima

resiste camarada resiste
no dejes ni un poquito
de la sopa que te tiran
ni unas migajas de pan
cúbrete como puedas
intenta descansar algo
cuida tu preciosa salud
reúnete con tus fuerzas
duras rocas por demás
hierro muy bien templado
en afrontar al enemigo
con tu humilde soberbia

resiste camarada
y con algún esfuerzo
verás desmoronarse
los castillos de arcilla
huir tropas de enanos
fundirse sus armas,
escudos y espantajos
empero lo que importa
es ver el primer rayo
de una aurora esencial
iluminando las ráfagas
sobresalto del hombre
en conjunción iracunda
pensando en la patria
en el pueblo que lucha
en la brisa estremecida
con su enamoramiento
y conmoverse llorando
justamente una lágrima,
o dos de suma alegría

resiste camarada, si, resiste camarada
eleva orgulloso tu cabeza de rebelde
ese dolor que te atraviesa el cuerpo
es sin duda el pan y la sal compartidos
es sin duda el umbral de la fraternidad
de los hombres con manos milagrosas
cada vez con más fortaleza y arrojo
es sin duda el muro al que golpean
es sin duda otro cuerpo que torturan
es sin duda el verdugo que se mutila
cada vez con más fortaleza y arrojo
el odio se forja en este yunque
ladran por doquier perros rabiosos
exhalan aquellas hienas su aliento
pero el hombre tendido, colgado allí
es un ejemplo, dueño y poseedor
hombre embalsamado de estrellas
el hombre de la larga caminata
que se amplifica y multiplica
en los humillados del mundo

resiste camarada, resiste
doquiera que estés encarcelado
laten a la vez nuestros corazones
con tanto brío, con fuerza tanta
que nada podría en adelante
detener ese toque a rebato
de la justicia que va a la cita.



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(Versión libre del poema de Abdelatif Laabi 'Resiste, camarada')

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Versiona Iswe Letu