lunes, 30 de abril de 2012

José Mª Amigo: Una sueca en Maputo



Autor: Henning Mankell
Obra: Un ángel impuro
Tusquets Editores S.A.
Primera edición: febrero de 2012
Barcelona

Sabía quien era Henning Mankell. Pero no había leído ninguna de sus obras. Uno no puede leer todo. Y esta... solo porque trata de Africa. Muchos deben de conocer su estilo. Lo digo considerando que esta editorial le ha publicado ya 23 obras. 4 de tema africano.

Henning Mankell nació en Estocolmo en 1948. Tiene cuatro años menos que yo. Vive a caballo entre Suecia y Mozambique donde dirige (curioso) el teatro nacional. Es muy popular en su tierra por sus obras teatrales. Y conocido en el mundo por sus novelas policíacas cuyo personaje es el inspector Kurt Wallander.

Nada que ver con este 'Un ángel impuro' que narra las peripecias de una moza sueca que llegó a regentar una casa de putas, herencia de su segundo matrimonio, en Lourenço Marques (hoy Maputo). 

Basada la novela en la existencia, cierta, de una mujer sueca propietaria de uno de los principales locales de lenocinio del, entonces, Lourenço Marques. El mismo escritor en una nota al final del libro dice: 'siempre existe una semilla enraizada en algún suceso real que da origen a la ficción de cada uno de mis libros'. 

Pues eso, la semilla la tiene, la siembra y sigue el desarrollo que su imaginación alimenta. El terreno lo tiene por partida doble: Suecia, cuna del autor y del personaje y Mozambique donde pasa temporadas el escritor y transcurre una buena parte de la trama de 'Un ángel impuro'. 

Si luego engarza las aventuras vitales de la dama al tiempo histórico -últimos del XIX y principios del XX es la fecha que se lee en el archivo colonial de Maputo (repetimos, antes Lourenço Marques) apareciendo una señora sueca como una de las personas mas importantes en contribuir a la hacienda pública con sus impuestos y que es directora de un prostíbulo- ya puede crecer la historia. 

Frío en el Norte, calor en el Sur, con una misma sociedad clasista de amos y siervos. Con la particularidad de que el Sur se esconde tras el color de la piel: blancos, los amos; negros, los siervos. Hanna, la protagonista, el ángel impuro que así la llamaba su padre, una jovencísima nacida en el interior de Suecia, es enviada a la costa, porque en casa no hay comida para todos; allá trabaja de criada  y poco después la enrolan de cocinera en un barco que transporta maderas con destino a Australia; en el barco se casa con un marinero y al poco de las nupcias el esposo muere; entonces desembarca Lourenço Marques.

Es allí, en esa ciudad, donde, a pesar de ser blanca y rica, a pesar de aterrizar de lleno en medio de prejuicios sociales y raciales (o quizás por eso), su origen de clase, su procedencia pobre, le hace ver la mentira de esos conceptos. La injusticia, la violencia, la brutalidad que los blancos ejercen contra la mayoría de la población negra se le va desvelando, poco a poco, comparando cada caso con su propia experiencia vital. Y se enfrenta a ello. Sin ninguna dirección. No es un choque social, sino personal. De ella, como Hanna, procedente de una de las zonas mas pobres del interior de Suecia; como criada que ha sido. No es una toma de conciencia social, ni de sublevación social. Aunque algún motín presencia: un levantamiento de la negrada que termina en una carnicería; de negros, claro. 

Levantamiento que no le sorprende porque ha llegado a la conclusión que todo ese maltrato a los negros, los malos modos, los gritos, los castigos corporales... no son mas que miedo de los blancos; miedo, si; a los negros; de ahí que uno de los negocios mas lucrativos sea la venta de perros pastores alemanes  adiestrados para atacar a los negros. Y, al revés, el silencio, la mansedumbre, la humildad, la sumisión... de los negros esconde un odio visceral a los blancos.

La novela, a mi modo de ver, tiene tres tiempos que vienen a ser solo dos: un primer momento de suspende, de incertidumbre, hasta que se encarrila el destino de Hanna; luego un segundo de remanso que casi coincide con la travesía del barco hasta Mozambique; y un tercer tiempo, que tiene las mismas características que el primero, su estancia en Lourenço Marques que se va acelerando en intriga, en anhelo de ver pronto el desenlace final.

Una pega, un borrón que hasta el mejor escribiente tiene: la batalla, la lucha, el empeño de Hanna en la defensa de una mujer negra, con la apenas ha tenido trato, hasta extremos de heroismo, me parece a mi poco creible o poco convincente o, para ser mas benévolo, no suficientemente explicado.

Conclusión: pegas aparte, me ha gustado.