lunes, 30 de julio de 2007

José Mª Amigo Zamorano: de bienestar, armonía y plenitud vital

El libro, Palabras para el Bienestar, que Ediciones Obelisco acaba de publicar, ahora, en julio, es de Concha Barbero; tiene por subtítulo 'Un camino hacía la armonía y la plenitud vital'. Se resume así el viaje interior que la autora ha emprendido en pos de la felicidad. Meta no exenta de dificultades; dificultades que va sorteando, poco a poco, ayudada con una buena dosis de lecturas de los más diversas orígenes, sin desdeñar los de una u otra tendencia ideológica, que incorpora para conseguir una buena arribada a esa isla de la felicidad llamada armonía interior y plenitud vital.

Así, hallamos en su zurrón los personajes mas variopintos: desde Nelson Mandela, Bernar Shaw, Simone de Beauvoir... hasta René de Chateaubriand o Teresa de Calcuta o místicos indúes... incluye haikus japoneses o poetas como el cósmico vate de la democracia yanqui, Walt Whitman, por nombrar algunos.

Todo lo aprovecha con tal de llegar a ese paraíso o utopía del Hombre que ha sido siempre la Felicidad. Podrá parecer contradictorio que espigue a derecha e izquierda. Pero no. No lo es. Porque de lo que se trata no es de cambiar el mundo en sus estructuras sociales y económicas, como intentara antaño, por ejemplo, Carlos Marx (El Marx que consideraba al individuo feliz si con su trabajo alcanzaba a hacer felices al mayor número de personas) no se trata de hacer un cambio revolucionario al estilo de Carlos Marx, no, sino cambiar solamente su mundo: el de Concha Barbero: es ella la que se quiere cambiar para llegar a esa plácida llanura a la que aspira.

Podría decirse que su mirada no quiere, conscientemente, abarcar más allá de sus entrañas y del entorno en el que se desenvuelve. Es un cambio en las pequeñas cosas que son las que pueden darnos la felicidad o convertir nuestra vida en un infierno. Un camino, en fin, para andar por casa, comoda, alegre, confiada...

Y, para ello, en primer lugar, tiene que conocerse a si misma, como ya aconsejara Sócrates, a quien también cita. Todo para desprenderse de polvos y pajas, de rebabas incrustadas, de errores futiles, de comportamientos incorrectos, o genios intempestivos, o enfados estúpidos, pueriles... Si eso se logra, y lo logra, es como ir consiguiendo paulatinamente esa armonía interior que hará cambiar a su vez el entorno. Porque, y aquí recordamos un dicho muy manejado, 'La caridad bien entendida empieza por uno mismo'. Y si uno está conforme consigo ha llegado al ser y entonces comulga con el universo y todos felices y contentos y...

Se podrá estar, o no, de acuerdo con este planteamiento, pero lo que si está claro es que plantea una cuestión importante: cómo ser coherente. Y para ello, para apartar contradicciones del sendero, se necesita hurgar en uno mismo, analizarse...

Un libro que nos enfrenta a nosotros mismos y que, además, está bien escrito, con un lenguaje claro, sencillo, sin una palabra más alta que otra y con la cita oportuna y popular en su lugar conveniente.

Para ser su primer libro, es un buen comienzo que augura otros, que serán interesantes de leer.