viernes, 2 de febrero de 2007

Víctor M. Irún: León Felipe o el camino de la dignidad

LEÓN FELIPE O EL CAMINO DE LA DIGNIDAD

Por Víctor M. Irún (*)

Nadie fue ayer,
ni va hoy
ni irá mañana
hacia Dios
por este mismo camino
que yo voy.
Para cada hombre guarda
un rayo nuevo de luz el sol…
y un camino virgen
Dios.


León Felipe

 
El poeta de Tábara –pueblo donde nació León Felipe Camino Galicia- abrió los ojos hacia un cielo de almizcle y hierbabuena. Entre sus barbas –como las de su querido Whitman- las mariposas habían edificado una farándula de sueños y quimeras. A lo lejos, la meseta castellana se irisaba de magentas heridas de muerte. En lontananza, dos o tres chozas de pastores y casi difuminado en el horizonte la barranca color sangre de toro de un pueblecito cualquiera.

El poeta de Tábara hizo visera con la mano. Un sol de perfil pelado le hizo cosquillas en el entrecejo; de su pantalón de pana gorda sacó una pequeña bolsa de cuero. En ella un grueso libro con las pastas gastadas ‘Vida de del Ingenioso Hidalgo…’. Leyó dos párrafos seguidos en voz alta a un auditorio silencioso compuesto por las piedras del camino, los jaramagos secos y las infinitas hormigas que pululaban sobre la tierra. Eran los párrafos del capítulo de los galeotes. Ginés de Pasamonte se burla groseramente de la petición del pobre loco que acaba –a él y a los otros presos- de liberarlos.

Yo no soy un filósofo.
El filósofo dice: pienso, luego existo.
Yo digo: lloro, grito, aúllo, blasfemo…
Luego existo
.

León Felipe, poeta solitario del pueblo, poeta con la voz colectiva del salmista, pasó por el mundo ‘intentando encontrar a Dios entre la niebla’, como don Miguel, pero en vez de la tupida barba blanca se topó con esa baba verde que el falso sacerdote va dejando en el cáliz, manchado de ignominia.

Y en el Cáliz y en la Hostia
Ya no hay más que babas
Del gran conserje Pedro
Oh, Pedro, Pedro, que vendiste las llaves
del templo.

A pesar de todo, nunca se hundió nuestro poeta ‘en el cieno de la tierra’ como esa piedra pequeña con la que comparara su propia vida en aquel inolvidable poema de ‘Versos y oraciones de caminante’, su primer gran libro.

Quiso dar con un camino personal intransferible por el que llegar a la médula de la justicia; al sentido de ese mundo de sinsentidos –pues solo en el compromiso y en la lucha por los derechos del hombre encontró León Felipe una respuesta a su desazón existencial.

¡Justicia, que bien la necesita el español!
¡Justicia, relincha Rocinante!

Justicia. A manos llenas. A grito pelado. ‘Con un grito de estopa en la garganta’. Justicia, contra los cuarteles, los paredones, los falsificadores de medallas y trofeos, contra los poetas tramposos también…’

Ahora que la justicia vale
Menos que orín de los perros.
Ya no hay locos.
En España ya
No hay locos’
.

Muchas –demasiadas veces- le tocó al poeta soportar los manteos y las burlas en ventas de Juanes Palomeques cargados de razón; la razón de los que están lejos de la ‘honda raíz del grito’. ¡Y cuantas veces te gritamos que nos hagas un sitio en tu montura y nos lleves contigo, por tu camino de perfección y purificación entre la sangre derramada en los acicates del día, a esa otra Ínsula Barataria donde seguro que ahora habitas impartiendo la inequívoca justicia del pueblo, sabio y sin ripios!

León Felipe avanza por una trocha pisoteando ortigas con sus chirucas de piel curtida.

La palabra Democracia la ha pisoteado el Ku-Klux-Klan’. El viejo vate norteamericano que Lorca cantó ‘tan bello como un pájaro, enemigo de la vid’ es un punto de luz en el crepúsculo herido.

Ahora que el siglo XX llega a su fin y el hombre no es mucho mejor que cuando lo de las Cruzadas o lo del famoso suceso de Pilatos y el loco Profeta judío… ‘!Hay que relinchar!’ Y en los estercoleros fugaces los sicofantes preparan sus rituales colectivos de exterminio bailando en torno a los becerros dorados –ahora se llaman dinero a espuertas, nacionalismos estrechos, fundamentalismos religiosos- pero… ¿a dónde irá este poeta errante llamado León Felipe?, ¿a dónde, qué camino ha elegido este viejo solitario, apartado del redil, silbando siempre la eterna sinfonía de un ‘viejo y roto violín?’.

Seguramente, va a encontrar en cualquier plaza, en cualquier calleja de un pequeño pueblo castellano, con los estandartes, las reliquias que ya solo le quedan al hombre para seguir viviendo con esperanza. Va a reivindicarlos…

El olor a chorizo y a morcilla, que sale de un ventanal donde una madre canta un romance de amor; el gorjear atropellado de los gorriones, huyendo de dos niños que juegan a cazadores cerca del campanario de la iglesia… O el sabor de las migas después del trabajo.

Y el derecho a compartirlos con el que nunca le dio este invento ni para un traje nuevo. El derecho a la dignidad de no tener que pasar sobre el cadáver de otro hombre para poder vivir bien.
-

Esa dignidad pisoteada por todos –y cada vez son más- Ku-Klux-Klanes del mundo, los de aquí, los de allí y los de más allá.
León Felipe, sigue tu camino, que nosotros te seguiremos porque ‘también tenemos hambre y sed de justicia.
-

(*) Víctor M. Irún es profesor de Literatura

(TEXTO DE LAS PÁGINAS 33-34 DE LA REVISTA ‘CAMINAR CONOCIENDO’, Nº 5, JULIO DE 1996)



jueves, 1 de febrero de 2007

Claudio Rodríguez: 'CANTO DEL CAMINAR'


Por Claudio Rodríguez

 
“… ou le pays des Vignes
Rimbaud

 
Nunca había sabido que mi paso
Era distinto sobre tierra roja,
Que sonaba más puramente seco
Lo mismo que si no llevase un hombre,
De pie, en su dimensión. Por ese ruido
Quizá algunos linderos me recuerden.
Por otra cosa no. Cambian las nubes
De forma y se adelantan a su cambio
Deslumbrándose en él, como el arroyo
Dentro de su fluir; los manantiales
Contienen hacia fuera su silencio.
¿Dónde estabas sin mí, bebida mía?
Hasta la hoz pregunta mas que siega.
Hasta el grajo maldice mas que chilla.
Un concierto de espiga contra espiga
Viene con el levante del sol. ¡Cuánto
Hueco para morir! ¡Cuánto azul vivido,
Cuando amarillo de era para el roce!
Ni aun hallando sabré: me han trasladado
La visión, piedra a piedra, como a un templo.
¡Qué hora: lanzar el cuerpo hacia lo alto!
Riego activo por dentro y por encima
Transparente quietud, en bloques, hecha
Con delgadez de música distante
Muy en alma subida y sola al raso.
Ya este vuelo del ver es amor tuyo.
Y ya nosotros no ignoramos que una
Brizna logra también eternizarse
Y espera el sitio, espera el viento, espera
Retener todo el pasto en su obra humilde.
Y cómo sufre cualquier luz y cómo
Sufre en la claridad de la protesta.
Desde siempre me oyes cuando libre
Con el creciente día, me retiro
Al oscuro henchimiento, a mi faena,
Como el cardal ante la lluvia al áspero
Zumo viscoso de su flor; y es porque
Tiene que ser así: yo soy un surco
Mas, no un camino que desabre el tiempo.
Quiere que sea así quien me aró. -¡Reja
Profunda!-Soy culpable. Me lo gritan.
Como un heñir de pan sus voces pasan
Al latido, a la sangre, a mi locura
De recordar, de aumentar miedos, a esta
Locura de llevar mi canto a cuestas,
Gavilla más, gavilla de qué parva.
Que os salven, no. Mirad: la lavandera
Del río, que no lava la mañana
Por no secarla entre sus manos, porque
La secaría como a ropa blanca,
Se salva a su manera. Y los otoños
También. Y cada ser. Y el mar que rige
Sobre el páramo: oh, no sólo el viento
Del Norte es como un mar, sino que el chopo
Tiembla como las jarcias de un navío.
Ni el redil fabuloso de las tardes
Me invade así. Tu amor, a tu amor temo,
Nave central de mi dolor, y campo.
Pero ahora estoy lejos, tan lejano
Que nadie lloraría si muriese.
Comienzo a comprobar que nuestro reino
Tampoco es de este mundo. ¿Qué montañas
Me elevarían? ¿Qué oración me sirve?
Pueblos hay que conocen las estrellas,
Acostumbrados a los frutos, casi
Tallados a la imagen de sus hombres
Que saben de semillas por el tacto.
En ellos, qué ciudad. Urden mil danzas
En torno mío insectos y me llenan
De rumores de establo, ya asumidos
Como la hez de un fermentado vino.
Sigo, pasan los días, luminosos
A ras de tierra, y sobre las colinas
Ciegos de altura insoportable, y bellos
Igual que un estertor de alondra nueva.
Sigo. Seguir es mi única esperanza.
Seguir oyendo el ruido de mis pasos
Con la fruición de un pobre lazarillo.
Pero ahora eres tú y estás en todo.
Si yo muriese harías de mi un surco,
Un surco inalterable: ni pedrisca,
Ni eso luto del ángel, nieve, ni ese
Cierzo con tantos fuegos clandestinos
Cambiarían su línea, que interpreta
La estación claramente. ¿Y qué lugares
Más sobrios que estos para ir esperando?
¡Es Castilla, sufridlo! En otros tiempos,
Cuando se me nombraba como a hijo
No podía pensar que la de ella
Fuera la única voz que me quedase,
La única intimidad bien sosegada
Que dejar en mis ojos fe de cepa.
De cepa madre. Y tú, corazón, uva
Roja, la más ebria, la que menos
Vendimiaron los hombres, ¿cómo ibas
A saber que no estabas en racimo,
Que no te sostenía tallo alguno?

-He hablado así tempranamente, ¿y debo
Prevenirme del sol del entusiasmo?
Una luz que en el aire es aire apenas
Viene desde el crepúsculo y separa
La intensa sombra de los arces blancos
Antes de separar dos claridades:

La del día total y la nublada
De luna, confundidas un instante
Dentro de un rayo último difuso.
Qué importa marzo coronando almendros.
Y la noche qué importa si aun estamos
Buscando un resplandor definitivo.
Oh, la noche que lanza sus estrellas
Desde almenas celestes. Ya no hay nada:
Cielo y tierra sin más. ¡Seguro blanco,
Seguro blanco ofrece el pecho mío!
Oh, la estrella de oculta amanecida
Traspasándome al fin, ya más cercana.
Que cuando caiga muera o no, qué importa.
Qué importa si ahora estoy en el camino.

Claudio Rodríguez, que nació en Zamora, es profesor de literatura. Miembro de la Real Academia Española. Premio Adonais a los 17 años, Nacional de Literatura y de Castilla y León de las Letras…

 
Este poema de Claudio Rodríguez ha sido tomado de las páginas 35-36 de la revista ‘Caminar Conociendo’ del nº 5 de julio de 1996




MOSHE SHAUL: La prensa djudeo-espanyola en muestros dias



Por Moshe Shaul
Director de la revista Aki Yerushalayim

El periodismo judeo-español jugó un papel importante en la vida social y cultural de las comunidades sefardís del Oriente durante más de un siglo. El primer periódico judeo-español ‘La Buena Esperanza’ publicado en Izmir (Turquía) en 1873 fue pionero del periodismo, no solo sefardí sino en todo el Imperio Otomano de entonces. Los temas tratados en los diversos periódicos y revistas eran de actualidad, vida comunitaria, economía, cultura… y satíricos que eran muy populares. En esta prensa tuvo lugar la ‘guerra de lenguas’, en que la victoria fue de la lengua judeo-espsñola frente al turco y francés (lengua de la cultura por aquellos tiempos); caso de el Meserret y Le Noveliste, en turco y judeo-español el primero y francés el segundo que ‘pasaron después a ser publicados en djudeo-espanyol solamente’ según el autor.

La prense judeo-española se distinguió por su lucha en defensa de las comunidades sefardís.

Después de la I guerra Mundial, el periodismo judeo-español jugó un papel muy importante, tanto en las comunidades del Imperio Otomano, como en las nuevas que se crearon en los EE.UU., -donde revistas como La Amérika y la Vara ya existían- por emigración de miles de judíos de Turquía y de los Balcanes.

Hemos tenido que resumir el comienzo por falta de espacio.

"De la otra parte, las comunidades sefardís ke continuan ainda a ser aktivas, ya no son mas las konumidades de anyos atrás, firmemente atadas a la lengua djudeo-espanyola i su cultura, lo ke les permitio de conservarlas durante siglos malgrado ke bivian en paizes kon lenguas i culturas diferentes. En estas comunidades ya ay agora dos otre jenerasiones ke estudiaron en estolas publikas en la lengua del paiz, i en estolas privadas –en fransez, alman o inglez. Si ay miembros de estas jenerasiones ke konosen el djudeo-espanyol, es solo por averlo oyido avlar por su padre i madre o otros miembros de su famiya, kon djente de las presedentes jenerasiones.

Komo konsekuensa de esta evolución, era natural ke menguara kada anyo mas el numero de los ke avlan el djudeo-español i ke pueden beldar jurnales en esta lengua –i esto yevo a la cerradura de los jurnales en djudeo-espanyol uno después de otro.

Este es un proseso ke se esta continuando desde largo tiempo ke ya son anyos ke los expertos preveen al desaparición, después de una jenerasion o dos, del djudeo-espanyol i de su cultura. Ma el fakto es ke esta lengua tieen mucho mas vitalidad de lo ke se pensa i malgrado todas las previziones, ella continua ainda a ser avlada. En kuanto a la prensa djudeo-espanyola, ella tambien esta luchando opinyatramente i esta logrando rezultados sorprendientes. En Irreal la revista Aki Yerushalayim, ke empeso a ser publicada en 1979 por el Edipo de la Emision Djudeo-espanyol de Kon Israel i es el uniko periodiko publicado enteramente en djudeo-espanyol, en muestros dias, ya se gano un gran prestijio no solo al seno de las comunidades sefardis sino ke tambien en los sirkolos kulturales i akademikos de Espanta i de otros paizes de avla espanyola. Ma mizmo los periodikos sefardis ke son publicados enteramente en djudeo-espanyol, estan aziendo un esforso para inkluir en kada numero un artikolo a lo menos ansi ke refranes, poemas, cuentos i anekdotas en djudeo-espanyol.

El Salom, ultimo jornal de lengua djudeo-espanyola en Turbia, ke ya estaba sobrel punto de ser serrado a kavza de la edad avansada i del estado de salud de su editor-redaktor, Avraam Leon, fue arebivido por un grupo de djovenes sefaradis de Estambol ke le estan publicando kon mucha reushidad. Es verdad ke este jornal es publicado agora en turko, la lengua avlada oy dia por la mayoria de los sefaradis de Turbia, ma aun kon esto es echo un gran esforso para ke kada numero tenga a lo menos 1-2 pajinas en djudeo-espanyol.

La revista Los Muestros es publicada en Beljika, kon un tersio asta la metad de sus artikolos en djudeo-espanyol. ‘La Leerte Sepharade’ es publicada en Francia kon al mayoria de sus artikolos en fransez, ma ayi tambien ay unas rubrikas en djudeo-espanyol. Lo mizmo puede ser dicho de la revista ‘Maguen-Escudo’ publicada en Caracas ANSI ke ‘Shahar-Nuevo Amaneser’ de Montevideo, ‘El Vocero’ de la Comunidad Sefaradi de Santiago, Ke Haber de Miami i otras publicaciones mas, la ultima de las kualas es el I. Y. Bülteni (El boletín de la Asosiasion de los Djudios Originarios de Turbia en Israel), y ke empeso a ser publicado en Tel Aviv, pokos mezes atrás. La mayoria de los artikolos de este boletín son en turkop ma ayi tambien es echo un esforso para inkluir artikolos i poemas etc., en djudeo-espanyol.

La reushidad de este boletín, ANSI ke la de otras publikasiones sefardis, en djudeo-espanyol i otras lenguas mas, depende en primer lugar del apoyo ke les sera dado por el publiko de sus lektores. No solo apoyo finansiario, aun ke este es muy importante, sino ke apoyo moral tambien, kon letras de enkorajamiento i kolaborasiones en forma de artikolos, poemas, cuentos i anekdotas ke pueden ayudar muncho a sus redaksion a publicar jurnales, revistas i boletines mas interesantes.

Es ke tenemos ainda la energía i la perseverancia necesarias para cumplir esta tarea, de la kuala depende en grande mizura el futuro de la lengua ddjudeo-espanyola? Yo espero ke si i ke grasias a un esforso kondjunto de todos los ke aman esta lengua, no la desharemos despareser sino ke la veremos enflorecer en nuevas publikasiones tambien, en desparte de las ke ya aparesen agora.

Moshe Saul

ESTE ARTICULO VIO LA LUZ EN LA REVISTA ‘CAMINAR CONOCIENDO’, Nº 5 PÁGINA 47 EN JULIO DE 1996

martes, 30 de enero de 2007

Leopoldo de luís: Camino del poeta Ramón de Garciasol(*)

Por Leopoldo de Luís (1)

Camino por ese momento de la vida, entre cumplido y melancólico, del segador que llega a las lindes de su predio. ¿Has cosechado para alguien que no sea él? Resultaría muy triste ponerse a la última cena a solas”. Sincero y amargo párrafo de uno de los más graves escritores españoles de la postguerra. Porque así murió, en mayo hace dos años. Se trata de Ramón de Garciasol. No recibió el homenaje que se merecía. A los ochenta años conservaba la capacidad clara para escribir y superar tanto desaliento, al punto de redactar, entre otros aforismos, este de vocación admirable: “Quien puede leer, ni se anquilosa ni está solo”.
En 1991 había publicado (Editorial Anthropos) su gran obra de meditación y ensayo: Cuadernos de Miguel Alonso –su nombre civil- en dos gruesos volúmenes. Con algo de diario y algo de crónica, recoge una extensa labor de acotaciones entre filosóficas y estéticas sobre el panorama social y cultural de casi medio siglo. Iniciado el quehacer al salir de la reclusión derivada de su presencia activa en la zona republicana –años cuarenta-, trabajó en esas páginas hasta el momento de su edición. Y aun confiaba en proseguir la tarea que juzgaba como una labor indeclinable de propia estimación.
Nuestros errores, vicios y bondades nacen de la necesidad de ser felices, pero la felicidad es un espejismo que ayuda a caminar. La felicidad es no ser [… ] El infierno es ser”. Garciasol era un escritor de profundo sentido moral. Sus escritos en prosa se producían en forma de aforismos y apotegmas, como modernamente Nietzsche o, en nuestros días, Wittgenstein o Ciorán. Pero en ese terreno, Garciasol es casi un desconocido: su nombre está más relacionado con la poesía.
Nacido en un pueblecito de la campiña paniega de Guadalajara, dentro de una humilde familia de artesanos, estudió con beca de la Diputación y se licenció en Derecho. “Mi carrera es el único lujo de mi familia”, solía decir, y cantaba con gratitud y amor a su ‘padre obrero’. Su obra poética debe considerarse a la cabeza de la llamada poesía social. Un poema suyo, de 1940 –Quejas a Rubén Darío- marca el cambio de actitud de poeta frente a la poesía, merced a una estimación superior de los valores estéticos. En 1950 –Defensa del hombre- es un título que no solo ampara la esencia y el contenido de toda su obra (inquieta siempre por la dignidad de la persona humana) sino que vale como definidor de toda la corriente poética de los años cincuenta y sesenta, junto a la repetida frase de Gabriel Celaya “La poesía es un arma cargada de futuro” y el conocido verso de Blas de Otero: “Definitivamente, cantaré para el hombre”.
Paralela a la poética social y de denuncia que se expresa en más de veinte libros, Garciasol escribe una lírica de visión tan enamorada como angustiada del paisaje español, que hace recordar a los hombres de 98. Título paradigmático es ‘Poemas de andar España’ (1962), como lo es, intensificando la emoción y el sentimiento hacia la mujer amada, el de 1970 ‘Del amor y del camino’. Andar y camino -¡cómo le gustaría al poeta el título de esta Revista de Las Navas!- se combinan con la palabra amor y con el nombre de España. Dando al verbo andar una función transitiva y poética, las tierras de la vieja Iberia se ofrecen hermosas y plenas de evocaciones bajo la andadura de quien las contempla y las canta en toda su hondura valorando la tensión humana que, a lo largo de los siglos, als engrandece. La poesía de Garciasol es rica en esos parámetros cuya línea constante es la conciencia de un quehacer ético y estético que, ceñido o no a la preocupación social, es siempre testimonial y comprometido con una circunstancia y una realidad histórica.
Garciasol es el escritor más completo de nuestra generación: la primera de la postguerra. Admirable poeta, magnífico prosista, pensador, biógrafo y estudioso de Cervantes, de Rubén Darío, de Quevedo, de Unamuno… su andar y su camino fueron irrenunciables y sostenidos con vocación y seriedad. Andar hacia la memoria y caminar por su ejemplo debería llevarnos al reconocimiento público y el homenaje póstumo que se deben.
En mayo de 1994 sus cenizas se disolvieron –por deseo suyo- en las aguas del Sorbe, el río de su cuna.

(1)Leopoldo de Luís nació en Córdoba. Premio Nacional de Literatura de 1979 y otros premios. Poeta y ensayista.
Esbozo biográfico: Leopoldo de Luis, está considerado como un valioso representante de la poesía de la post-guerra. Poeta y crítico español nacido en Córdoba en 1918, estudió Magisterio en Valladolid. Desde los diecisiete años se radicó en Madrid donde colaboró activamente en las revistas «Garcilaso», «Espadaña», «Cántico», «Ínsula», «Poesía Española» y «Revista de Occidente».

POESÍA: Alba del hijo (1946). Huésped de un tiempo sombrío (1948). Los imposibles pájaros (1949). Elegía en otoño (1952). El árbol y otros poemas (1954). El padre (1954). El extraño (1955). Teatro real (1957, 1975). Juego limpio (1961, 1975). La luz a nuestro lado (1964). Aquella primavera (1967). Con los cinco sentidos (1970). De aquí no se va nadie (1969, 1971). Parte del libro Reformatorio de adultos, que no pudo publicarse entero. Igual que los guantes grises (1979, 1980, 2001). Entre cañones de miro 1981). Una muchacha mueve la cortina (1983). Del temor y de la miseria (1985). La sencillez de las fábulas (1988). Mitos y contraseñas (1988). Plaquette. Reformatorio de adultos (1990). Elegías de Struga (1990). Plaquette en traducción al macedonio; versión original en Aquí se está llamando (1992). Sonetos familiares (1995). Plaquette. Casisonetos de la última tuerca (1996). El viejo llamador (1996). Plaquette. Poesía de postguerra (1997). Plaquette. Generación del 98 (2000). El portaretratos (2000). Plaquette. Elegía con rosas en Bavaria y otros poemas (2000). Poemas últimos (2001). Plaquette.Cuaderno de San Bernardo (2003). Obra poética (1946-2003) (2003).

ANTOLOGÍAS: Poesía (1946-1974) (1974).Los caminos cortados (1989). En las ruinas del cielo de los dioses (1998).

ENSAYO: La poesía aprendida (1975). Ensayo sobre poetas andaluces del siglo XX (1986). Vida y obra de Vicente Aleixandre (1978). Carmen Conde (1982). Antonio Machado ejemplo y lección (1988).Aproximaciones a la vida y obra de León Felipe (1984).Gonzalo Morenas de Tejala, un modernista olvidado (1986).Poesía social (1965, 2000). Poesía religiosa (1969).

Premios obtenidos. Nacional de las Letras (Ministerio de Educación y Cultura) en 2003 por Al conjunto de su obra. Nacional de las Letras Teresa de Ávila Ayuntamiento de Ávila en 2002 por Al conjunto de su obra. Paul Beckett de poesía en 2002 por Cuaderno de San Bernardo. Miguel Hernández de poesía; Consellería de Educación de la Comunidad Valenciana en 1999 por Al conjunto de su obra; León Felipe de Poesía; Fundación León Felipe en 1999, Atlántida de poesía; Festival Internacional de Poesía de Las Palmas de Gran Canaria en 1999 por Al conjunto de su obra. Pablo Menassa de Lucía. Asociación Pablo Menassa de Lucía en 1999. Villa de Rota de poesía. Fundación Alcalde. Zoilo Ruiz Mateos en 1983 por Una muchacha mueve la cortina. Villa de Madrid: Francisco de Quevedo de Poesía Ayuntamiento de Madrid en 1980 por Entre cañones me miro Nacional de Poesía (Ministerio de Educación y Cultura) en 1979 por Igual que guantes grises. Álamo de poesía (Delegación Nacional de Cultura) en 1976 por Otra vez con el ala en los cristales. Ausiàs March de poesía. Ayuntamiento de Gandia en 1968 por De aquí no se va nadie.
Selección Poética

Antología Primera


(*) Ramón de GARCIASOL
Escritor. Poeta.Humanes (Guadalajara), 1913 - Madrid, 1994. Medalla de Oro de la Región de Castilla-La Mancha.
Ramón de Garciasol es el seudónimo con que firmó toda su obra Miguel Alonso Calvo. Está considerado uno de los principales representantes de la poesía social española. Podemos calificarle como ensayista, biógrafo y estudioso de Cervantes, de Rubén Darío, de Quevedo y de Unamuno. Íntimamente interesado en todo lo que se refiere a la cultura española. Sin embargo, ha quedado universalmente reconocido como poeta, habiendo sido traducida su obra a numerosos idiomas. Figura en todas las antologías de la poesía española del siglo XX.
Hijo de un zapatero de pueblo, hizo sus estudios gracias a becas que se concedían en España a los buenos estudiantes sin recursos. Vivió la Guadalajara del primer tercio del siglo XX, y en ella, especialmente en los años de la República y la Guerra, participó en la vida cultural, en cualquier caso empapada de influencias políticas. Muy amigo de Buero Vallejo, ambos participaron con poemas y dibujos en la rebista del Instituto "El bachiller arriacense". Participó en las actividades del Ateneo Instructivo del Obrero. Tras la guerra, se licenció en Derecho, aunque nunca quiso ejercer como abogado, por considerar injustas las leyes que debería aplicar bajo el régimen de Franco. Trabajó en la Editorial Espasa-Calpe durante muchos años, y siempre estudió, leyó y escribió aunque con el control de una censura que no dejaba de analizar sus escritos con detenimiento. Vio publicadas muchas de sus obras, y en 1991 la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha editó los Cuadernos de Miguel Alonso, una especie de memorias generales y autobiografía, con lo cual nuestro autor se liberó de aquella pesadumbre que en el fondo siempre reconoció que le era su seudónimo. Un año antes, en 1990, la Junta de Comunidades de la Región donde nació le distinguió con la Medalla de Oro de la Región. Mucho se ha escrito, y aún más se ha de escribir, sobre este gran intelectual español, habiendo sido definido por críticos y estudiosos de su obra como "poeta de la fraternidad, de la solidaridad..." o con el término que un reportaje de la Revista Anthropos le aplicaba "... de la otredad", por haberse ocupado en sus escritos del prójimo, de la justicia, de la libertad, d ela cultura y de todo aquello que procura la felicidad de los humanos. Él mismo decía, en una entrevista de Blanco, Esteban y G. Calero en la Revista "Añil", poco antes de morir, que había llegado a una conclusión (siempre provisional) de que "sólo mediante la cultura, mediante el diálogo, se podrá llegar a alcanzar algún día la fraternidad, la solidaridad".
Su obra publicada es grande, y hoy difícil de encontrar, por haber tenido tiradas cortas. En Poesía, destacamos "Agradecimiento", Madrid, 1951; "Defensa del hombre", Madrid, 1955; "La madre", Madrid 1958; "Sangre de par en par", Madrid, 1960; "Poemas de andar España", Madrid, 1962; "Correo para la muerte", Madrid, 1962 y 1963; "Fuente serena", Madrid, 1965; "Antología Provisional". Madrid, 1967 y 1968; "Del amor y del camino", Madrid, 1970; "Las horas del amor y otras horas", Madrid, 1976; "Memoria amarga de la paz de España", Bilbao, 1978; "Segunda Selección de mis poemas", Madrid, 1980; y "Recado de El Escorial", Madrid, 1982. En el apartado de Ensayo, son numerosos sus estudios sobre autores españoles, y cultura hispánica. Uno de ellos es la destacable "Lección de Rubén Darío", Madrid, 1961 (Premio Enrique Ureña, 1955 y Premio Fastenrath, 1962). Pero para nosotros lo mejor de Ramón de Garciasol ha sido su "Meditación del Quijote", un libro inmenso y profundo, un libro propio de un sabio, de un intelectual profundo, de un hombre recto.
Algunos enlaces a páginas sobre Ramón de Garciasol:
http://amediavoz.com/garciasol.htmhttp://www.epdlp.com/garciasol.html

Moïse V. Rahmani: ¿Qué significa ser sefardí actualmente?

Por Moïse Rahmani (*)


La primera respuesta sería qué es ser ashkenasí. Y sin embargo yo conozco sefardim llamándose Eshkenazi. Y ¿cuántos de nuestros hermanos ashkenazíes de nombre Rappaport saben que el patronímico deriva de ‘Rofe da Porto’ (doctor de Porto) expulsados en 1497 de Portugal hacia los países del Norte y donde la contracción, hacia los siglos XVII y XVIII, ha dado Rappaport?

Ser sefardí en nuestros días ¿sería pertenecer a un ‘minhag’, un rito específico? Un poco sin duda, aunque numerosos de nuestros hermanos frecuenten una u otra sinagoga de ‘rito’ diferente. Por cierto, la integración en la liturgia de tal o cual piyut define la pertenencia a tal o cual rito. ¿El hecho de decir A o TT en lugar de O y TH hace también de nosotros sefardíes o ashkenazíes?

Después de 23 siglos al menos, dos escuelas predominan: la de Shammai y la de Hillel, dos Hahamin, dos sabios que vivían entonces en Palestina que estaba en manos de los Seléucidos. Shammai representa el rigor, la ‘gvura’. Hillel, la dulzura, la ‘hassidut’. El sefardí se reconoce en Hillel. No es que nuestro hermano ashkenazí carezca de hassidut y que los sefardin no tengan gvura, sino que ante un problema que se plantea la hassidut prevalecerá (¡poco importa cómo vengas a la sinagoga, ven ya!) Ser sefardin es, así mismo, introducir íntiammente a D.ios en nuestra vida cotidiana. Ninguna conversación es posible si no está matizada a cada momento por frases como ‘Se kere el D.io, Baroukh Hazme, Inch’ Allah’. ¿Es esto todo? No, naturalmente.

(1) Ser sefardí es tener el sol consigo. El sol y el calor. Incluso cuando llueve. Ser sefardí es tener la alegría de vivir clavada en el cuerpo. La ternura ruda y tosca. Ser sefardí es reír, siempre. Y de sí, en primer lugar. Ser sefardí es también hablar alto, hablar fuerte, hablar alegre. Hablar incluso con las manos. Ser sefardí es siempre compartir. Ser sefardí es dar. Ser sefardí es ayudar, sostener al otro, no importa qué otro. Ser sefardí es inclinarse para mejor escuchar al prójimo. Es respetarlo. Es ser tolerante. Ser sefardí es comprender y perdonar. Ser sefardí es olvidar la injuria y devolver bien por mal. Ser sefardí es ser orgulloso, liberal, generoso, gran señor. Ser sefardí es ignorar el temor, salvo el de D.ios. Ser sefardí es tener el desprecio de la estrechez, de la mezquindad, de la muerte. Ser sefardí es soñar. Ser optimista. Ser sefardí es saber estar satisfecho de su destino y desterrar la envidia.

(2) Ser sefardí es poseer un poco de España, de esta Separad, ‘la tierra más hermosa’ en si. Tener después de cinco siglos de andar errando la pena, la nostalgia. Sin amargura en el corazón. Ser sefardí es estar orgulloso de nuestro pasado español, de la Edad de Oro que fue nuestra. Ser sefardí es lamentar no tener ya un monarca que se declare ‘emperador de las tres religiones’. Y ser sefardí es servir, sobre todo, de puente, de pasarela entre los hombres, imitando a nuestros antepasados de la Escuela de Traductores de Toledo en el siglo XII.

Entonces, ¿qué significa ser sefardí actualmente? Es hoy como ayer y ‘Be ezrat Hazme, Inch’ Allah, se kere el D.io’ como mañana, ¡ser judío, simplemente.

(*) Moïse V. Rahmani es un ardiente defensor de la cultura sefardí. Ha fundado, hace más de 5 años ‘Los Muestros’, una revista cultural trilingüe (francés, inglés y judeo-español) Consagra una parte de su tiempo a esta cultura acercándose así a la a las gentes más allá de las barreras del lenguaje y la religión.

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La traducción del francés la hicieron: R. Boumediane (1416), A. J. Escudero (5756), J. Lledó (1996) y Mª Antonia Yuste (1996) Los números hacen referencia al diferente cómputo que hacen las civilizaciones.
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Los puntos 1 y 2, que aparecieron en la revista ‘Caminar Conociendo’ también en francés aquí se suprimen en ese idioma.

TEXTO DE LA CITADA REVISTA, ‘Caminar Conociendo’, Nº 5, PÁGINA 48 DE JULIO DE 1996

PACO FLORES: CAMINOS MUSICALES

CAMINOS MUSICALES

Por Francisco Javier Flores Nácar(*)

Caminar, conocer, puede ser tan amplio el significado o el uso de estos dos términos: conocer la vida, los pueblos, la literatura… caminar igualmente por los campos, por la vida: caminamos conociendo, conocemos al caminar el inexorable paso del tiempo que acerca su guadaña.
Y al caminar conocemos senderos empedrados de notas celestiales o amargas: son los sonoros de la música; mejor dicho de los músicos.
Decimos empedrados de notas celestiales: son los caminos del conocido, del famoso, de la estrella, ‘del grande’ que sale en la tele, graba infinidad de discos, los gana de oro y de platino, vive en lujosas mansiones con guapas novias con las que aparece hasta la saciedad por las portadas de las revistas del corazón…
De eso y de esos no vamos a hablar; ya lo hacen por nosotros los medios de comunicación a todas horas y todos los días.
E igualmente hemos aludido a otros caminos que, a veces, están empedrados de notas infernalmente amargas: camino de esos otros músicos que nunca –o pocas veces- veremos tocar en los grandes medios de formación de masas para demostrarnos sus habilidades o inquietudes.
De esos músicos quisiéramos hablar: son carpinteros, albañiles, camareros… aún conservan el verdadero, el auténtico y silvestre espíritu musical; bohemios recorriendo los caminos que el ‘grande’ nunca recorrerá, llevando hasta nuestros pueblos sus pasacalles, o sus orquestas que alegrarán con sus músicas bailables nuestras plazas; esos que se pasan el año luchando para comprar una guitarra; ensayando en locales inadecuados y caros; componiendo en casa hasta altas horas de la madrugada canciones que le salen muy de lo hondo del alma; invirtiendo los dineros que ganaron en verano –cuando tuvieron oportunidad- y sus sueldos y los ajenos; todo con el fin de gravar una maqueta: su mayor ilusión; más tarde el infernal calvario radio tras radio, discográfica tras discográfica, managers, y… al fin la negativa rotunda, la ilusión rota y la canción compuesta al baúl de los recuerdos.
Y… regreso a la carpintería, al andamio, al mostrador… y otra vez a la guitarra, a los amigos del grupo, a las veladas componiendo con ilusión, nuevamente renacida de sus cenizas con un Ave Fénix, pensando que algún día le cambiará su suerte, algún mecenas se fijará en ellos, ganarán un concurso o… ¿cuántas veces nos hemos parado a pensar en ello?- … o una mañana, que será lo más probable, el espejo les devolverá la cara arrugada -¡adiós cántara, adiós leche, adiós sueños: ya no encandilarán a ninguna jovencita, no serán portada de ninguna revista!- de un espíritu cansado que sigue haciendo lo de siempre pero ya sin componer nada nuevo, ensayando los éxitos de moda de otros, o loa tan sobados pasodobles tradicionales; y en el escenario ¡ah, el escenario!: aguantando desaforadas voces, soportando gritos de borrachos…
No obstante siguen recorriendo caminos, visitando pueblos, conociendo costumbres… nos darán la música que les pidamos, pero seguro que nunca iremos corriendo a pedirles un autógrafo, y…
Y ¿cuántas veces hemos pensado en ello?... de éste tipo de músicos tenemos por toda España: jóvenes que se pasan horas y horas trabajando duro en un local indecente pagándose su maqueta ellos mismos, para luego regalárnosla a muchos de nosotros a fin de que podamos admirar y conocer su música.
Los tenemos y muy buenos; no podemos olvidarnos de ellos; dejemos que nos muestren su trabajo; dejemos que toquen en nuestros pueblos que son, al fin y al cabo, los suyos; quien sabe si de alguna forma les podemos ayudar a que ese camino, largo y escabroso por recorrer, se encuentre menos empedrado de notas amargas; y quizás, algún día, puedan conocer y saborear las dulces mieles del éxito.
Otros, por falta de ayuda, no han conocido –ni nunca conocerán- mas que el infierno de la vejez que el espejo les devuelve de repente: es el reloj que almacenó en sus bodegas las cuchillas de sus afilados segundos, las hoces de sus aguzados minutos y supremo poder y saber de la guadaña del tiempo que, imperceptible a corto plazo, acerca su filo de improviso dejando patente que no es necesario el engranaje para percibir su degüello.
Pongamos, ya que su trabajo existe y su calidad también, un poco de música en nuestras vidas antes que a ellos, como a nosotros, les rebanen la cabeza; es indudable, es seguro, que, lo agradeceremos.

(*) Francisco Javier Flores Nácar fue finalista del programa ‘Lluvia de estrellas’.


TEXTO ENCONTRADO EN LA REVISTA ‘CAMINAR CONOCIENDO’ EN LA PÁGINA 38 DEL Nº 5 DE JULIO DE 1996

lunes, 29 de enero de 2007

Daniel de Cullá: 'A LA FE CIEGA'

El llamado de la catedral
hace muy bonito.
Lo que saque del bingo
y las máquinas tragaperras
lo dedicará
al ingrediente cultural
cargado de sentido
en la taleguilla
del Papa Moscas.

Ahora, también, voy a comprar
números de una rifa
de pase de modelos
pasados por otoño,
mientras los niños siguen
dispsrando canutillos
ccon cerbatanas de plástico
contra el dragón del consumismo
del pantocrator.

Daniel de Cullá es poeta burgalés colaborador de varias revistas entre ellas 'Caminar Conociendo'

(De la revista 'Caminar Conociendo', nº 5, pag. 41)

GLORIA GARCÍA: Partimos sin principios

Debimos de sabernos
dos fines sin principios
que, partiendo de nada,
no llegamos.
Debimos darnos cuenta
que no existimos nunca,
que, como resplandores,
sisn fuego nos quemamos.
Ta vez fuimos dos sueños,
dos bruscos despertares
que llevamos a cuestas
espalda contra espalda,
y nos quedamos solos
con la mano en el tiempo,
sin saber donde estar
porque nos falta tierra.
Partimos sin principio
y no llegamos nunca.

Gloria García es poetisa madrileña. En nuestra biblioteca se pueden leer varios de sus libros.

'Caminar conociendo', nº 5. pag. 41

SHELOMO AVAYOU: moliendo café

Una misión indescifrable, oculta en arrugas
cuneiformes me emitía el tacto de sus manos.
Rarísimas aves, aleteando con pasmo,
traicionadas por el sentido de orientación,
sobre su nido revoloteaban ansiosas.
Eran las supervivientes de la tribu:
Clara Avayou, mi madre, la abuelita,
y aquel molinillo bronceado, al atardecer.
Era el hechizo de la piel de sus manos,
de las matriarcas, lo que me magnetizaba.
De repente, las imaginaba sacerdotisas
mixturando el elixir al crepúsculo.

(Trad. del hebreo por el autor)

'Caminar Conociendo', nº 5, pag. 40