sábado, 14 de marzo de 2009

'Fuentespreadas, hontana', de Martín de Mena

Fuentespreadas

Por Manuel Martín de Mena

Fuente; tu luz se ilumina,
espejo y luna tallada,
agua pura y cristalina
que brota de la calzada.

El sol reseca tu piel,
la luna besa tus manos,
tu has mitigado la sed
a españoles y romanos.

Se murieron tus viñedos,
pero no murió tu historia,
porque tienes de tus deudos
la riqueza meritoria.

Tumbas de piedra talladas
yacen valientes guerreros,
espuelas que han sido halladas
en caminos y senderos.

Sarcófagos y molinos,
brazaletes y alfileres,
contemplan vuestros vecinos
el valor de estos enseres.

La luz destella otro foco
rebosante de cultura,
escudos de arte barroco
con elegante escultura.

Camino Santa Colomba,
las huetes(*sic) quedan los restos;
no tiene la iglesia tumba
para descansar los muertos.

Desgarran fustes romanos,
los frisos son desplomados,
se desmoronan las piedras,
con el paso de los años.

Amar la vida es precioso
aun gastados los peldaños,
el ser joven es hermoso
aunque tengas muchos años.

Ni la espada de tu mando,
ni las espuelas doradas,
la bravura del soldado
no conquistó Fuentespreadas.


Del libro 'Extrañas profundidades'
El Perdigón, 28 de Diciembre de 1991

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(1) El título es nuestro

(*sic) ¿Huestes?