miércoles, 6 de junio de 2012

Iswe Letu: Patatales en la Colina del Horror (*)


Título de la noticia: Patatales untados en la Colina del Horror. Eso ponía. Ni mas ni menos.

Se quedó perplejo ante estas 7 palabras. Parecía un titular de broma, de cachondeo. Consultó su mente el calendario. Para cerciorarse de que no estaba en diciembre. Descarta el Día de los Inocentes. Lo desecha. Estamos a finales de mayo. Seguro. 

-¡Bah! Bobadas a ojo.


Que le tomen el pelo a otro. A él no. Pasó la hoja del periódico. 

Lee: 'la prima de riesgo ha subido casi hasta los 550'. 


La cosa va mal. Muy mal. Todo camina de mal en peor. Hasta los periódicos. 


Lo pensaba al recordar el titular de la portada: 'Patatales untados en la Colina del Horror'. ¡Qué chorrada! Venir a hablarnos, ahora, precisamente ahora, de 'colinas del horror'. No se necesitan colinas, ni oteros, ni cerros, ni lomas... El horror lo tenemos cada día. Ese sí que es un agrio picacho; o mas bien una sierra que te va triturando. Nada mas levantarte. ¿Por qué?: Por el yo (la caridad bien entendida comienza por uno mismo) en paro, por la prima de riesgo (que luego pagaremos entre todos), por el paro, por los hijos en paro, por los parientes en paro, por... No sigue. Para que vengan los periodistas, aquí, a entretenernos con patatas pintadas o untadas o gravadas... y ubérrimas. ¡La madre que los parió! ¡Otros que tal!...¡Hijos de la gran...! 

Estaba indignado, iracundo, rabioso... en fin, de muy mala hostia. Con ganas se quedó de rasgar el diario en mil pedazos. Pero no. Su dinero le había costado. Eurillos que no le sobraban. Llevaba 3 años parado. Además... está el fútbol. ¡La Roja! ¡El Madrid! (Real, por supuesto)... ¡Coño!, también el Barça. Sus hijos eran forofos de él. No todos. Entre sus vástagos, cosa curiosa, hay hinchas del Athletic (de Bilbao, sin duda) Los leones aun rugen en los bosques de Euskadi. Solo vascos, nada de extranjeros.  Españoles de pro. Vascones de la cantera. Resisten. Como su pueblo. Si no hay chuletas que comer... (porque ya el paro comienza a hacer estragos por allí)... comerán patatas. 

¿Patatas? Si, patatas. Su madre las hacia rebozadas. Riquísimas. Las llamaba 'patatas a la importancia'. O, sin tan alta alcurnia, fritas, cocidas, a la riojana...

-¡Joder! ¿pero qué estoy diciendo?

El titular le ha trastornado. Le ha comido el tarro de las esencias intelectuales.

Patatales untados... Aunque si bien lo piensa... Comienzan por ahora a brotar con fuerza los campos de patatas... Tal vez necesiten jornaleros... No es que el titular deje entrever algo de eso, pero lo necesita tanto que... Quizás para cuidar los campos de esa colina del... Jamás había oido ese nombre: 'Colina del Horror'. El nombre se las trae. Da hasta miedo. Sin conocerla le...

Luego, casi de inmediato, se da cuenta que las palabras, tanto escritas como habladas, así porque si, no es para tenerles temor. O son dibujos o son sonidos. No hacen daño físico. No hieren. No derraman sangre... ¿Miedo por eso? No. A los que tienen armas. A esos si. Lo demás, son prejuicios.

Tendría que leer el artículo del periódico para saber lo que dice.  A lo mejor... Lo hará después. Antes se empapará con la lluvia del fútbol: El Madrid (Real, por supuesto), el Barça, el Athletic... ¡Ah!, y La Roja, sobre todo La Roja. El era español, español, español... Por los cuatro costados.

-Ahí semos toos unos.

Sin diferencias. Parados y con trabajo. Ricos y pobres... Sin clases. Como debe de ser. En comunión patriótica. Y respiró hondo. ¡Qué bien se hallaba así!: alegre, dichoso, orgulloso... Y sin patatas que comer...

-Otra vez las patatas. El titular de los cojones. ¡Ya está bien, hostias! Leeré el dichoso artículo

Pasó las hojas hasta la portada. Allí estaba. Constaba de dos partes: una en la portada y la otra al final del diario. 

La primera era una descripción del lugar denominado Colina del Horror. Lugar de gran atractivo turístico. Decían. Sitio rocoso. Con paredes lisas y picachos de muy diferentes formas y tamaños que, en noches de luna llena, proyectaban sombras horribles. Como para helar la sangre al mas bregado. Lugar inhóspito, yermo, desolado.... Pero, decía el artículo, tenía un porvenir luminoso. 

En la segunda parte, al final del periódico, estaba la parte positiva. Efectivamente, allí se podía leer casi en forma de titulares con letras grandes: 


-PONED EN PRÁCTICA VUESTRA IMAGINACIÓN. PINTAD PATATALES UBÉRRIMOS. UNTAD LOS ROQUEDALES DE LA COLINA DEL HORROR. SERÁ UN RECLAMO TURÍSTICO. ESPAÑA OS NECESITA. ACUDID A SALVARLA DE LA CRISIS.

Firmaban el artículo: emPresarios emPrendedores en acción.

Su eslogan: Sin crear emPleos sacaremos a EsPaña de la crisis. Garantizado.

Quedó pensativo. Iba a tirarlo. Empero... lo guardó. A falta de papel higiénico se limpiará el culo con él.
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(*)Fuente original del relato: la palabra Punch. Es una marca de puritos cubanos

P: patata o patatales
U: untar o untados o ubérrimos
N: noticia
C: colina
H: horror


Frase: Titulares de una noticia: patatales untados en la Colina del Horror