lunes, 27 de abril de 2009

Iswe Letu: Ciencia, masonería y religión

Las iglesias viejas tildan a las nuevas de sectas, acusándolas de todo tipo de desmanes y pecados. Es una guerra lógica: si las nuevas prosperan les quitan clientes a las viejas. Su edificio se resquebraja. Con el tiempo se desmorana. Por eso, a veces, son conflictos sangrientos.


Otro enemigo de las religiones o iglesias: la ciencia.


Cada avance de ésta es respondido por las religiones con una catarata de improperios y vaticinando que, de seguir por ese camino científico, la humanidad padecerá males sin cuento.


Y es también lógico ese ataque porque la ciencia socaba los cimientos ideológicos en los que se mantiene. Su edificio se quiebra, se desmorona y cae. Luego tienen que levantar uno nuevo. Eso cuesta tiempo y dinero. Y ya el nuevo edificio no tiene el mismo lustre y empaque que el de antaño.


Su basamento es más endeble. Su atractivo se resiente. Su poder disminuye.


Y con el tiempo llega a desaparecer como ha sucedido con otras a lo largo de la Historia.


La masoneria tiene algo de religión con sus ritos, ceremonias, vestimentas e incluso grados o categorías de sus miembros. Por tanto ha sido muy atacada por las iglesias. Y por los poderes más reaccionarios. Para parecerse más: le han salido ramas. De modo que hay una masonería que se lleva bien con el poder, con el dinero; otra que no se escora tan a la derecha. Eso venía a decirnos Troski en un libro, que leímos hace años, poniéndo como ejemplo de la primera a la reina Catalina de Rusia que era masona o a Guillermo de Alemania.


Y nosotros entendemos: no será la misma esencia ideológica esa, de esa masonería de alta alcurnia, que el sustrato espritual que atrajo a numerosos republicanos hasta el punto de afiliarse a logias masónicas; como por ejemplo: a Machado (D. Antonio)


Ahora bien, hay antiguos 'sectarios' -según el flagelo de las religiones establecidas- por ejemplo masones, que han llegado a la máxima dirigencia de la, por ejemplo, Iglesia Católica (siempre que lo que pongamos a continuación sea cierto) que no se ha distinguido por su tolerancia con la masonería. No, no es una contradicción. Porque, vamos a ver, si una 'secta' se afianza y fortalece (la masonería, u otra cualquiera) la vieja se tambalea y debilita (iglesia católica u otra cualesquiera); el Papa (pastor, rabino imán) tiene que salvar el conglomerado católico (judío, anglicano, musulmán) contra los que la amenazan. ¿Y quién puede atacar mejor defendiéndola que quién conoce, desde dentro, a los amenazantes?...


En su libro 'María de la Fuente' Camilo Castelo Branco cita un ejemplo de Papa -repetimos siempre que sea verdadera- que había sido masón, Pio IX. Lo hace Castelo Branco riéndose de la ignorancia del padre Casimiro, un cura absolutista, guerrilllero para más señas contra los avances liberales, una especie de Cura Merino a la portuguesa (quizás con más trascendencia política) que había escrito algo de lo que se carcajea a mandíbula batiente, se escojona -como decimos- el escritor portugués.


"Imprimió el padre Casimiro, en 1871, una Protesta contra la sacrílega invasión de Roma y la evaluación de la libertad liberal. Este opúsculo, con sus especiales dedicatorias, lo envió el autor a varios príncipes, al Pontífice y a prelados. El contemplado en primer lugar es don Miguel II. El segundo es Pío IX.


El folleto fustiga a los masones. Los epítetos que usa para adjetivar variadamente a los masones -variedad necesara a la belleza de la composición- tienen esta dulzura apostólica: rateros, ladrones, impíos, salteadores, incendiarios, asesinos y salteadores de colosales proporciones. Pío IX que había sido masón, y, con seguridad no fue salteador ni impío, debió resentirse de la insolencia con que el portugués le descargaba indirectamente calumnias. En el Periódico de Comercio, de Lisboa, del 12 de febrero de 1876, y en el Gran Diccionario portugués, bajo la dirección de Fernández Costa, art. Masonería, pag. 344, se encuentra el siguiente documento, extraido del Popolo, periódico de Génova:


'Oriente de Nuremberg'. Respetable Logia 'Fidelidad Germánica', hija de la Gran Logia de Baviera, con letras de constitución de la Gran Logia Madre: Los tres Globos de Oriente de Berlín. Poseemos en nuestros archivos, bajo el número 13.715, el siguiente documento, certificado y legalizado en la debida forma, escrito en italiano y acompañado del gran sello de la Grande Logia 'Luz Perpetua' en el oriente de Nápoles. Respetable Logia 'Eterna Catena', Oriente de Palermo. Nosotros, maestros y oficiales dignatarios de los tres grados masónicos de San Juan; certificamos en nombre del gran Arquitecto que dirige todo, que hoy a medianoche recibiremos en este local, con todas las formalidades prescritas por el ritual y con completa obediencia de las disposiciones de la orden, al hermano Juan Ferreti Mastai (*), natural de los estados pontificios, el cual, después de haber prestado juramento en presencia de todos nosotros, afirmó no pertenecer a ninguna sociedad secreta, fuera de nuestra Logia; y pagó los derechos correspondientes a su grado. En consecuencia, ordenamos a todas las logias masónicas del universo que le reconozcan como verdadero y perfecto masón, recibido en la logia regular y perfecta, y así juzgamos y testimoniamos como personas concienzudas y honestas. Y para que este documento sea reconocido como verdadero, en él ponemos nuestras firmas. En Palermo, en la primera quincena del mes de agosto del año profano y civil de 1839 - 'No varietur'.' Giov. Ferreti Mastai. - El venerable de la logia, Matheo Chiavo. - El secretario de la logia, Paulo Duplessis. - El gran maestre de la Gran Logia de Nápoles, Sixto Calano. Yo, abajo firmado, certifico que todo lo que queda relatado es exacto, y que este documento existe en los archivos bajo el número arriba reseñado. - Guillermo de Witelstach, gran mestre de la Gran Logia de Baviera (Príncipe de Baviera).'


Se discutió la autenticidad de este documento; pero los masones sostuvieron su veracidad, fundándose en las formalidades auténticas en que lo encontraron; y alegaban que Pío IX, en el comienzo de su pontificado, procedió armónicamente con los consejos de la masonería.


Parece, pues, que el virulento opúsculo del padre Casimiro José Vieira no debió ser agradable a Juan Ferreti Mastai. (*)


Hasta aquí lo que nos dice Castelo Branco. No sabemos si este papa fue masón o no, pero que la iglesia católica romana, en la época de este papa se cebó contra la masonería... eso si lo sabemos. El texto, además, nos ilustra acerca de las luchas ideológicas de entonces en Portugal y su gran libertad.

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(*) El Papa Pío IX

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