*Caminar es siempre estar empezando.
*Cuando encuentras un camino, dos fuerzas gemelas te atrapan: la una quiere seguir, la otra no desea llegar.
*Los caminos trillados son fáciles; lo malo es que están llenos de gente.
*¿Y si nos pasa como la burra de Balaam? Acaso es mejor no moverse para morir de deseo.
*Si hubieras sabido a donde ibas a llegar, no habrías llevado alforjas. O quizás habrías cargado con tanto equipaje que su peso te habría ahorrado la molestia de llegar.
*Y sin embargo, qué prisas. La cabra atada a la estaca en medio del prado también soñaba con la libertad mientras se hacía más prisionera dando vueltas alrededor de su palo carcelero.
*Vas de acá para allá. Así careces de tiempo para viajar hacia tí. ¡Qué bellos precipicios te pierdes!
*Escribo para no llegar a la locura -dijo- y empezó a emborronar folios como un loco.
*Lo malo-bueno del caminar es que, para llegar a metas interesantes nunca conoces el camino. Lo descubierto por otros ya no te atrae. ¿Qué tal si probamos a descubrir juntos?
*Lástima que nuestros caminos tengan final. Lo bello del viaje a Ítaca es no llegar nunca. Si encuentras a Penélope, las sirenas no aparecen. ¿Quién, entonces, amenizará con sus sones la travesía?
*Cuando miro los mapas y adivino tantos senderos, me pregunto si de verdad 'todos los caminos van a Roma'. ¿De regreso todos nos llevarán al Amor?
*A veces se escribe no para huri de caminos transitados sino para conocer atajos inhóspitos. De antiguo se sabe que 'no hay atajo sin trabajo'. El masoquismo también existe.
*¿Alguien sabe qué camino lleva el viento? Un día, allá en la niñez, montas en una escoba, te dejas llevar por el solano y sueñas que eres mayor. Ahora querrías hacer el camino de vuelta.
*En el viaje más propio, tu vida, eres un extraño: deciden tu salida y amañan tu llegada. Eres un corredor de fondo actuando sin entrenamiento previo. ¡Cómo te va a salir bien la carrera!
*Claro que, si tuvieramos que ensayar como echar un pie tras otro, estaríamos más tiempo por el suelo que caminando.
*Si la memoria nos salva del olvido, los dioses se equivocaron de nuevo al concedernos un ojo en el cogote. Tendríamos, por el contrario, un nuevo problema a la hora de peinarnos.
*Si las esencias se venden en frascos pequeños, será también cierto que las veredas son los caminos más verdaderos.
*Me gusatría tener un camino propio, como Santiago. ¿Dónde se comprarán caminos?
*A veces caminamos tan veloces que perdemos la cabeza en cualquier recodo. No es, por eso, extraño darse de bruces con tantas almas en pena.
*A la vista de la Historia, tendremos que cambiar el dicho popular 'los caminos del señor son infinitos' por 'los caminos de al guerra son la leche'.
*No te abrirás camino nunca con tan poco espíritu de lucha -dijo- y tú le escuchabas a la vera del sendero. Pensabas tal vez que no es preciso abrir caminos sino hacerlos más anchos para caber todos. Tú reías; él se enfadó.
*Otros, sin embargo, se abrieron camino en la vida y nos robaron las cañadas. ¿No habéis notado como huelen algunos pisos a historia trashumante?
*Pero no hay que apurarse. En algún tiempo y lugar debió ser cierto que 'con pan y vino se anda el camino'.
*Quizá no nos engañaron y existe una meta. Sería prudente apostar como enseñó Pascal y dejar algunos caminos expeditos. Aunque la prudencia es monótona...
*Al salir de casa, algunas personas se santiguan. ¿Pensarán que el viaje a la plaza es tan complicado como el de Ulises? Otras van co0ntando adoquines. ¿Será por si olvidan la ubicación de su hogar o por comprobar en su afán naturista que las piedras felizmente no se reproducen?
*En España, estamos tan acostumbrados a las corridas de toros que sólo aplaudimos al final de la faena. 'Si quieres que te quieran, muérete' dijo alguien. Y acertó.
*Los topos son los que más saben de caminos. Y no ven. Por algo será.
(*)Julio Collado, abulense, es profesor de adultos, sindicalista y autor de varios libros infantiles.
EN LA REVISTA 'Caminar Conociendo', Nº 5, PÁG. 27 DE JULIO DE 1996
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