viernes, 29 de diciembre de 2006

Homenaje a Bardem mientras suenan clarines de guerra


NUMERO 5 DE CAMINAR CONOCIENDO

Homenaje a Bardem mientras suenan clarines de guerra.
por José Mª Amigo Zamorano

(Mi reconocimiento a los que se manifestaron en Las Navas contra la guerra imperialista. No estuve pero apoyo su postura y la del Naviero que participó activamente)

La lucha contra la guerra ha barrido de un soplo el llamado pasotismo. La guerra ha puesto en pie, todos lo hemos visto, a los artistas en primer lugar. La gala de los goyas les sirvió de altavoz para lazar el grito de protesta. Y como un reguero de pólvora ha corrido por pueblos y ciudades de toda España.
La guerra no pasa jamás inadvertida, altera la esencia de las cosas, de los seres humanos; y como una hoz ha recogido a todos nosotros, que antes permanecíamos sin sustancia e inactivos, convirtiéndonos en actores de primera magnitud contra los preparativos de una nueva carnicería; una carnicería que los jefes del imperio yanqui están llevando a cabo.
Hemos visto que de todos los actores que han levantado su voz, la inmensa mayoría, los medios informativos han resaltado, hasta la saciedad, al joven Bardem gritando eso de “Esto nos pasa por un gobierno facha”; grito que muestra muy bien el talante del partido del gobierno: una amalgama o conglomerado de fuerzas de derecha del más diverso jaez, desde la derecha democristiana hasta sectores de la oligarquía franquista (que ahora, algunos, están en segundo término pero están); el mismo presidente del gobierno es hijo de un connotado franquista. No sé si el lo será.
Como lo que está en juego, con estos preparativos de guerra, es muy importante y sustancioso: el dominio de las riquezas del subsuelo en la parte de la tierra que mas abundan; a los círculos gobernantes y grandes fuerzas económicas les ha sentado muy mal la protesta de los artistas; desde diferentes medios de comunicación los han bombardeado de mala manera; han sacado a relucir el nombre de “cómicos” (que lo son) pero, así, usándolo peyorativamente, quieren rebajarlos para haber si humillan la cerviz.
Decía que se han cebado sobre todo, también con los demás, con el joven Bardem. Hasta le ha dedicado una portada un diario de la derecha más INRI. No lo han hecho por casualidad: Bardem es descendiente de una familia de actores: su madre, sus abuelos, su tío.
Efectivamente es sobrino de Juan Antonio Bardem, uno de los grandes directores de cine; también, y esto es muy importante, sobrino de un gran director, como he dicho, pero comunista; comunista hasta el último segundo de su vida; y comunista después de su muerte. De modo que para estos círculos mediáticos era un actor al que había que machacar; estaba ya en sospecha.
He recordado esto porque Bardem (D. Juan Antonio) estuvo relacionado con la revista “Caminar conociendo”; escribió en ella y vino a la presentación el verano de 1996. Cuando murió debí haberle hecho un homenaje, escribiendo algo en algún periódico y no lo hice. Tenía esa deuda y la voy a saldar ahora.
Estuve comiendo con él en el Montecarlo. Lo llevé a mi casa. Recorrí con él las calles de Las Navas; calles que miraba con mucha atención porque años antes había estado veraneando en nuestro pueblo. Llegando cerca del Castillo de Magalia se paró. Dejó de hablar del Partido Comunista. De repente me dijo: “creo que en una de estas casas pequeñas es donde pasé aquel verano... Si. Estoy seguro que fue por aquí”.
Estaba hablando de un tema y al mismo tiempo estaba pensando en otro. ¡Qué tío!
Recuerdo --y no tiene la mayor importancia, pero se me quedó grabado—que pasaron por allí unos niños; uno de ellos, gordito; los otros le gastaban bromas; mirándome me dijo: “yo también era gordito; y también se burlaban de mí; en la niñez también hay crueldad como en la vida”.
Seguimos andando y me siguió hablando de su militancia en el Partido Comunista de España; de cómo aquel verano, entre pinos, en clandestinidad, se reunió con otras personalidades del mundo del cine que componían su célula.
Su colaboración para la revista fue muy generosa: además de escribir a mano su relato, arrancó unas fotos de su álbum familiar para adornar el artículo. Fotos que aún conservo.
En la presentación de la revista en el Casino, llena de gente como siempre que la biblioteca ha hecho actos culturales, siguió batallando por la cultura popular, hizo de agitador, provocó al público para que saltara y saltó; nada mas empezar a hablar dijo: “me han dicho que antes había varios cines y que ahora en Las Navas no hay ninguno y que el Ayuntamiento no hace nada... pues eso está muy mal” Y recibió un aplauso cerrado. Se abrió un coloquio y como duraba demasiado, porque la gente estaba interesada, tuve que cortarlo; se hacía tarde y tenían que intervenir otros. Quizás no le pareciera bien. Aunque no me dijo nada.Acudió gratis porque se lo pedimos. No podíamos ofrecerle dinero porque la biblioteca no tenía. Ni lo pidió. El Ayuntamiento quedó en pasarle alguna gratificación. Entonces, a pesar de ser un gran director de cine andaba mal de dinero. No me volvió a llamar. Lo que me hace sospechar que no quedó muy a gusto con el trato que le dieran. No lo sé seguro. Y ya no lo sabré nunca. Me inclino a que que si cruzó su mente un pensamiento de este tipo se le iría enseguida. Estaba por encima de todo eso.
Tengo que decir que si apareció Bardem fue porque ese número 5 estuvo dedicado a los 100 años de cine español. Y Las Navas ha tenido de visitantes a, por lo menos, dos importantes personalidades del mundo del cine: una, Juan Antonio Bardem que escribió aquel verano el guión de una de sus mejores películas, “Calle Mayor”; y otra a Manuel Villegas López, pionero del cine, crítico, teórico del cine y biógrafo de Chaplin. Sobre éste, Félix Rosado, el periodista navero, le hizo una entrevista a D. Eusebio García Luengo, visitante de Las Navas, escritor, colaborar de “Caminar conociendo” y amigo personal de Manuel Villegas López. También escribió sobre el ilustre donostiarra Román Gubern, catedrático de Comunicación Audiovisual y una de las plumas más prestigiosas, sobre cine, que hay en España actualmente.
Nada mas: larga vida al muerto Juan Antonio Bardem que permanece vivo entre nosotros. Sus descendientes siguen su huella de luchadores. Las Navas le deben que haya cine en el verano y en otros acontecimientos. Y larga vida a la revista “Caminar conociendo” que propició la llegada del cine, otra vez a Las Navas. Ahora a conseguir un sala de cine.
(TOMADO DE LA PAGINA WEB 'elnaviero')

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