sábado, 30 de diciembre de 2006

Rubayatas


por Salah Gahin (*)


A pesar de que todas las criaturas son de barro

y todas ellas nacen con los ojos cerrados,

minutos, meses y años después

encuentras mala y buena gente.

¡Me asombro!


Me asombro... me asombro de tí, tiempo,

padre de casos insólitos, haces llorar a mis ojos:

cómo elijo yo para mi alma camino

y yo en la vida entro obligado.

¡Me asombro!


Obligado a vivirte, mañana, forzado a tí, noche;

no entré en la vida por mis pies, ni tuve ganas:

me llevaban en brazos cuando entré en la vida

mañana llevado en brazos saldré de ella.

¡Me asombro!


Años pasan por mí, un grupo tras otro:

uno me tomó por hijo, otro por marido,

y el tercero por padre me tomó, y el cuarto ¿qué,

qué hace quien tira una ola a otra ola?

¡Me asombro!


Sin rayos que desgarren la oscuridad estoy,

con miedo, de pie en mi lugar que no abandono,

y cuando llega la luz y veo los caminos,

aún más dudo... ¿Cuál tomo?

¡Me asombro!


Curioseé mucho en el universo y me ocupé

y pregunté por qué y para qué.

Hago preguntas... la respuesta se vuelve pregunta.

Salgo y mis dudas son más que cuando entré.

¡Me asombro!


De la nada salió el hijo de Adán, y dije: ¡oh!

A la nada volvió el hijo de Adán, y dije: ¡oh!

Tierra que revive... y el vivo se convierte en tierra.

¿Es el origen la muerte o la vida?

¡Me asombro!


Enterrado el feliz en un mausoleo de mármol,

y dentro de un hoyo sin mortaja un desconocido.

Por ellos pasé, y dije: ¡qué curioso!

Los dos huelen a la misma podredumbre.

¡Me asombro!


Muchas veces encontré amigos, y no les traté,

y copas de vino y bebida, y no las bebí;

me arrepiento de las oportunidades que dejé

o de las ocasiones que no había dejado.

¡Me asombro!


Este universo cómo existe sin fronteras:

en el hay escorpiones, serpientes y gusanos.

Un sabio experto pasó, y dijo: 'Saludos.

Hay muchas preguntas sin respuesta.

'¡Me asombro!


Corazón, el tiempo engaña a traición,

llegará el día en que vas a necesitar un grano de fé.

Mi corazón tembló y me preguntó: 'En qué creer,

en qué creer, dudo hace tiempo.

'¡Me asombro!


Oh puerta cerrada... ¿cuándo se abrirá?

Soporté mucho, y el paciente alcanzará su meta.

Llamé años... y la respuesta me vuelve, ¡quién?

Si supiera quien soy yo, lo diría.

¡Me asombro!


Soy joven, pero mi edad es de más de mil años;

solo pero entre mis costillas hay mucho gentío.

Tengo miedo, pero me temo a mi mismo.

Mudo, pero mi corazón está lleno de palabras.

¡Me asombro!


Amo la vida, aunque hubiese de vivirla en las selvas.

Me levanto como me alumbró mi madre, y duermo.

Ave, animal, insecto, humano, pero vivo.

¡Qué bonita es la vida!, aunque sea en forma de planta.

¡Me asombro!


(*)Salah Gahin: poeta egipcio polifacético; escribió teatro para el teatro nacional y para el teatro de títeres; fue pintor, dibujante (autor de la primera película de dibujos animados en 1952); autor de centenares de canciones (muy famosas en Egipto); pero también fue premiado por la ciencia además de por el arte... Murió en 1986. Esta es la primera vez que se traduce al castellano y la primera vez que se publica completa esta rubayata (la primera mitad la publicó la revista 'Caminar Conociendo'. La traducción es de Ahmed Sacaria Ahmed (Egipto, 1962) doctor en filología hispánica por la Universidad Complutente cuya tesis doctoral versó sobre la investigación y transliteración del manuscrito aljamiado nº XXIX del CSIC. Trabajó de profesor en la universidad cairota de AIN CHAMS hasta 1988. Actualmente es empresario madrileño.

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