viernes, 9 de marzo de 2007

OVIDIO PÉREZ MARTÍN: 'Fragmentos del diario...'


FRAGMENTOS DEL DIARIO DE DON ALONSO QUIJANO, EL BUENO, HALLADOS EN UN LUGAR DE CUYO NOMBRE NADIE QUIERE ACORDARSE

Nota: una mañana del mes de abril, en mi buzón, encontré un pequeño paquete atado y lacrado. Estas ‘Memorias de don Alonso Quijano, era su misterioso contenido. Una nota me prometía ‘futuros envíos’. Desde aquí mi agradecimiento al anónimo remitente. Tal y como recibí estas memorias, sin faltar punto ni coma, las envío a la revista ‘Caminar Conociendo’

Fragmento cuarto


Y ya es hora de que lo sepáis: Cide Hamete a quien Cervantes propone como autor del manuscrito donde encontró la inimaginable historia de don Quijote, no es otro que Alonso Quijano, personaje desdoblado de los dos anteriores, el original, vuestro seguro servidor -ya un poco viejo y aún vivo a pesar de haberme matado mi amigo don Miguel con una muerte que ya me gustaría a mi que así fuera- y el otro, el Ingenioso Hidalgo, sublimación del primero. También Cide Hamete es un personaje creado por don Miguel pero en cierto modo real. Pues aunque yo nunca escribí tales manuscritos, si fue cierto que muchas historias que en el Quijote aparecen se las conté yo al amor de la lumbre y yo las había imaginado en las interminables noches de invierno, cuando el insomnio y la aventura me acometían bajo las sábanas.

Y es que mi hogar fue siempre puerto para extraviados. Y extraviado llegó a mi puerta don Miguel, lleno de sueños y melancolía, abatido el ánimo y recién salido de la cárcel. De mia pláticas y sus fantasías surgió el Ingenioso Hidalgo... Todo lo que podemos llamar crónica de las Españas de nuestro tiempo, el mío y el de don Miguel, surge de cuantas pláticas tuvimos al amor de la lumbre, en las largas noches manchegas con la nieve cubriendo barbechos y sembrados.

Quede claro que nunca fui de aventuras de caballero andante, lo que mucho me pesa y que, como labrador, mis campos estuvieron labrados con primor siempre, eso es. Y la hora del alba -'La hora del alba sería'- nunca llegó para la aventura, sí a diario para mi trabajo. Aunque nuca es tarde si la dicha es buena.


Copió estas memorias Ovidio Pérez Martín que es abulense, maestro de primaria y poeta; autor entre otros, del poemario 'Cuaderno'.


En las páginas de 'Fontana Sonora', suplemento de la revista 'Caminar Conociendo' número 5 de julio de 1996

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